En
la homilía de la Santa Misa de Canonización de los 7 nuevos Santos de
la Iglesia, el Papa Francisco dijo que el tema central de las lecturas
del domingo era la oración,
un aspecto importante en la vida de los nuevos santos y algo que lograron conseguir para ellos por medio de ella fue el objetivo del Cielo.
La gran importancia de la oración
Ellos se mantuvieron firmes en la fe, con un corazón generoso y
firme. A través de su ejemplo y su intercesión, Dios también nos
permitirá ser hombres y mujeres de oración
Los Cristianos deben ayudarse unos a otros en oración
El Santo Padre reflexionó sobre la primera lectura del día, que
recuerda al Profeta Moisés levantando los brazos en oración mientras que
los hijos de Israel combatián al ejército de Amalec. Cuando los brazos
de Moisés caían debido al cansancio, el ejercito de Amalec superaba en
fuerzas al de Israel.
Así como Aarón y Hur sostenían los brazos de Moisés hasta que los israelitas ganaron la batalla,
del mismo modo deberían hacer los cristianos dando soporte uno al otro en el compromiso a la oración.
El cansancio es inevitable. A veces simplemente no podemos seguir, sin embargo, con el apoyo de nuestros hermanos y hermanas,
nuestra oración puede perseverar hasta que el Señor termine su trabajo.
Los Cristianos no estamos solos
Como Moisés, quien se cansó, fue sostenido por Aarón y Hur, l
os cristianos debemos recordar que no estamos solos en la Iglesia
Somos miembros del cuerpo de Cristo, la iglesia, cuyos brazos se
levantan día y noche al cielo, gracias a la presencia de Cristo
resucitado y de su Espíritu Santo. Sólo en la iglesia, y
gracias a la oración de la Iglesia, somos capaces de permanecer firmes en la fe y el testimonio.
Orar es luchar
En cuanto a la lectura del Evangelio del día, el Papa Francisco dijo
que la parábola de la viuda que es persistente en la búsqueda de la
justicia de Jesús, revela el misterio de la oración, que
implica el amor de manera persistente y nunca perder el ánimo.
Orar no significa refugiarse en un mundo ideal, o escapar a uno falso, o una sensación egoísta de calma. Por el contrario
, orar es luchar, además también es dejar que el Espíritu Santo ore en nuestro interior.
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