Haz que en este día se laven esas almas, esos corazones, para que cuando venga de nuevo que nazca encuentre esos lugares limpios donde reposar, que esos corazones abiertos estén con una gran limpieza para que sea un pesebre adonde Yo repose... Yo sé que todos están ansiosos porque llegué ese día, pero no todos porque me tendrán a Mí, la mayoría están alegres porque se come el pavo, el tamalito, porque ponen el arbolito con luces, porque se estrenan zapatitos o vestidos, o por todas las cosas materiales del mundo, por eso están en espera del día veinticuatro, por aquello que vamos a comer, por los regalos que vamos a recibir, la venida del Señor es secundaria en algunos corazones, ni se acuerdan a las doce de la noche de una oración para ese niñito que viene cargado de regalos espirituales para cada uno de ustedes y que aquellos que tienen sus manos hacia El los reciben y los que olvidaron extender sus manos se quedan sin nada, muchos en esos momentos están en la calle reventando cuetillos, están con su vasito de vino, están contando chistes, están en la bailadita y su niñito solito, solito en el pesebre, que triste que no le cantaron ni un villancico que triste que no le contaron ni un cuentecito al nomás nacer, pero así estamos acostumbrados, es triste para Mí, mucho más triste para mi Madre, acuérdense en este día, ese día de la nacida de su Señor, que lo primero en ustedes tiene que ser arrodillarse, no ante la Cruz, arrodillarse ante ese niño Jesús, una oración sencillita, una alabanza sencillita, una bienvenida a mi Señor a este mundo, un Hosanna, un viva Cristo Rey o lo que lo quieras, lo que más lo alegre y después sigue con lo demás... porque Yo no les digo: no lo tengan, es bueno, es bonito celebrar, decentemente, sanamente, pero los quiero junto a Mi en esa hora, recuerden que no los estoy crucificando, los estoy Llamando a la alegría conmigo, los estoy Llamando a que compartan con mi Madre y con mi padre José, ese momento tan feliz para ellos y ahí encontraran la cura para sus males, males económicos, males del cuerpo, tristezas y males del alma, se los prometo, pero háganlo y que no hayan muchos afanes por lo demás
martes, 19 de diciembre de 2023
carta del niño Jesús para todos y cada uno (para todos los tiempos) ten presente siempre esto
lunes, 18 de diciembre de 2023
viernes, 8 de diciembre de 2023
domingo, 3 de diciembre de 2023
viernes, 1 de diciembre de 2023
Adoracion al Santisimo
Daniel 3,26-29.34-41
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres,
digno de alabanza y glorioso es tu nombre.
Porque eres justo en cuanto has hecho con nosotros
y todas tus obras son verdad, y rectos tus caminos,
justos todos tus juicios.
Hemos pecado y cometido iniquidad apartándonos de ti,
y en todo hemos delinquido.
Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre,
no rompas tu alianza, no apartes de nosotros tu misericordia.
Por Abraham, tu amigo, por Isaac, tu siervo,
por Israel, tu consagrado,
a quienes prometiste multiplicar su descendencia
como las estrellas del cielo,
como la arena de las playas marinas.
Pero ahora, Señor, somos el más pequeño de todos los pueblos;
hoy estamos humillados por toda la tierra causa de nuestros pecados.
En este momento no tenemos príncipes, ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios, ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias, para alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón contrito, y nuestro espíritu humilde,
como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados;
que éste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en confía no quedan defraudados.
Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro.
Segundo Cántico de Daniel
Daniel 3, 52-57
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito tu nombre, Santo y glorioso:
Bendito eres en el templo de tu santa gloria:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres tú, que sentado sobre querubines sondeas los abismos:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres en la bóveda del cielo:
a ti honor y alabanza por los siglos.
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Tercer Cántico de Daniel
Daniel 3,57-88.56
Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Angeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas bendecid al Señor;
témpanos y hielos, beendecid al Señor.
Escarchas y nieve, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelos con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzadlo, por los siglos. Amen,Amen,AMEN
jueves, 30 de noviembre de 2023
domingo, 26 de noviembre de 2023
martes, 21 de noviembre de 2023
domingo, 19 de noviembre de 2023
sábado, 11 de noviembre de 2023
viernes, 10 de noviembre de 2023
jueves, 9 de noviembre de 2023
El aborto en el testimonio de Gloria Polo
Testimonio de Gloria Polo que volvió de la muerte. Texto de su propio relato cuando la examinaban en el juicio particular sobre:
el quinto mandamiento: "No matar".
Cuando llegamos al quinto mandamiento el Señor me mostraba que yo era una asesina espantosa y que cometí lo peor y lo mas abominable ante los ojos del Señor, el Aborto, miren es que el poder que me dio el dinero me sirvió para financiar varios abortos porque yo decía: “la mujer tiene derecho a escoger cuando quiere quedar embarazada o no”, miré en el libro de la vida y me dolió tanto que cuando vi a una niña de catorce años abortando, yo le había enseñado, porque saben que cuando uno tiene veneno nada bueno queda, y todo a lo que se acerca se daña.
Unas niñas, tres sobrinas mías y la novia de un sobrino abortaron, las dejaban ir a mi casa porque yo era la de plata, la que las invitaba, la que les hablaba de moda, de glamour, y de cómo exhibir su cuerpo, y mi hermana me las mandaba allá, miren cómo las prostituí, prostituí menores que fue otro pecado espantoso después del aborto, porque yo les decía a esas niñas: "no sean bobitas mijitas es que sus mama les hablan de virginidad y de castidad es porque están pasadas de moda, ellas hablan de una Biblia de hace dos mil años, y los curas no se han querido modernizar, ellas hablan de lo que decía el Papa, pero ese Papa está pasado de moda".
Imagínense mi veneno y les enseñé a las niñas que ellas tenían que disfrutar de su cuerpo pero que tenían que planificar. Yo les enseñé los métodos de planificación “perfecta mujer”, y esa niña de catorce años, la novia de mi sobrino llega un día a mi consultorio (lo vi en el libro de la vida), llorando me dice "¡Gloria, soy un bebe y estoy embarazada", y yo le dije: "bruta, ¿no le enseñé a planificar?" y entonces me dice: "sí, pero no funcionó". Entonces miré y el Señor me ponía allí esa niña para que no se hundiera en el abismo, para que no fuera a abortar, porque es que el aborto es una cadena que pesa tanto, que arrastra y pisotea, es un dolor que nunca se acaba, es el vacío de haber sido un asesino. Es lo peor a un hijo. Y saben qué fue lo peor de esa niña, que en lugar de yo hablarle del Señor le di plata para que fuera a abortar en un lugar muy bueno para que después no la fueran a perjudicar. Así como ése, patrociné varios abortos, cada vez que la sangre de un bebé se derramaba era como un holocausto a Satanás, es un holocausto, al Señor le duele y se estremece cada vez que se mata un bebé porque en el libro de la vida, vi como el alma de nosotros tan pronto como se tocan el espermatozoide y el óvulo se forma una chispa hermosa, una luz cogida del sol de Papá Dios, el vientre de una madre tan pronto es fecundado se ilumina con el brillo de esa alma y cuando se aborta esa alma grita y gime de dolor así no tenga ojos ni carne, se escucha ese grito cuando lo están asesinando y el cielo se estremece y en el infierno se escucha otro igual pero de júbilo, de inmediato del infierno se abren unos sellos y salen unas larvas para seguir asediando a la humanidad, y seguir haciéndola esclava de la carne y de todas esas cosas que se ven y se verán cada día peor.
Porque ¿cuántos bebés se matan a diario? Y eso es un triunfo para el. Como será que ese precio de sangre inocente ocasiona un demonio mas afuera y me lavan en esa sangre y mi alma blanca se empezó a poner absolutamente oscura. Después de los abortos ya no tuve mas convicción de pecado, para mi todo eso estaba bien. Y lo triste también ver como en esos pagares que me tenias el maligno allí me mostraba todos los bebés que yo había matado también, porque saben que? Yo planificaba con la t de cobre y fue doloroso ver cuántos bebitos habían sido fecundados y se habían estallado esos soles, y el grito de ese bebé desgarrándose da las manos de papa Dios. De razón que vivía amargada y mal geniana, haciendo mala cara, frustrada con todos y con mucha depresión y decía para mi: "Que Mamera" claro, me había vuelto una máquina de matar bebés.