sábado, 27 de septiembre de 2014

Formado para servir a Dios




Acepta tu asignación
“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica”
EFESIOS 2:10
Fuiste puesto en la tierra con un propósito mayor: para servir a Dios y a los demás. Este es el propósito de Dios para tu vida, no es casulidad. Siempre que sirves a otros de cualquier manera, verdaderamente estás sirviendo a Dios y cumpliendo uno de sus propósitos. No estamos en la tierra solo para respirar, comer, ocupar un espacio y divertirnos. Dios nos formó individualmente para que hiciéramos un aporte singular con nuestras vidas.
Dios te redimió para que hicieras su obra santa. Tú no eres salvo por buenas obras, sino para hacer buenas obras. En el reino de Dios, tienes un lugar, un propósito, un rol y una función que cumplir. Esto le da a tu vida un gran valor y significado. Una vez que has sido salvado, Dios intenta usarte en sus planes. Él te dio dones o talentos y los uses en su iglesia y una misión en el mundo.
“Él es quién nos salvó y escogió para su obra santa, no porque lo merecíamos sino porque estaba en su plan”
2 TIMOTEO 1:9
Jesús dijo: “Tu actitud debe ser igual a la mía, porque yo, el Mesías, no vine a ser servido sino a servir y a dar mi vida”
MATEO 20:27-28
Para los catolicos, el servicio no es opcional, algo que debe incluirse en nuestros horarios si disponemos de tiempo. Es el corazón de la vida . Jesús vino a servir y a dar, y esos dos verbos también pueden definir tu vida en la tierra. Servir y dar, en resumen, son el propósito de Dios para tu vida.
Formado para servir a Dios
“Dios obra a través de personas diferentes en maneras diferentes, pero es el mismo Dios que cumple su propósito a través de todos ellos”
1 CORINTIOS 12:6
Eres una obra de arte hecha a mano por Dios. No has sido fabricado en una línea de producción, ni ensamblado ni producido en cantidades industriales. Eres un diseño hecho a medida, una pieza original. Dios deliberadamente te hizo y te formó para que le sirvieras de una que hace tu ministerio único. Dios no solo te formó antes que nacieras, sino que planeó cada día de tu vida para apoyar su progreso para formarte. Eso quiere decir que nada de lo que pasa en tu vida es irrelevante. Dios usa todo eso para formarte para que sea testimonio para  otros y para servirlo a él.
Cómo te forma Dios para su obra
Dios no desperdicia nada. Él no te daría habilidades, intereses, talentos, dones, personalidad y experiencias a menos que tuviera la intención de usarlos para su gloria. Si identificas y entiendes esos factores puedes descubrir la voluntad de Dios para ti. La Biblia dice que eres maravillosamente complejo. Eres una combinación de muchos factores diferentes. Cinco de estos importantes factores forman el acróstico: “F.O.R.M.A.”
Cuando Dios decidió crearte, determinó exactamente lo que necesitarías para su servicio singular. A esta combinación exclusiva de aptitudes se le llama moldear o dar FORMA:
Formación espiritual
Oportunidades
Recursos
Mi personalidad
Antecedentes
Formación espiritual. Dios le da a cada creyente dones espirituales para usarlos en el ministerio. Son habilidades especiales que Dios da a los creyentes para servirle. Los dones espirituales son un regalo, no se pueden obtener o merecer. Son una expresión de la gracia de Dios para ti. No puedes escoger los dones que quieras tener, Dios es quien los determina. No nos dio el mismo don a todos. Por otra parte, ningún individuo recibe todos los dones. Tus dones espirituales no se te dieron para tu propio beneficio sino para el de otros, así como los de ellos son para tu beneficio. Cuando usamos nuestros dones juntos, todos nos beneficiamos. Ese es el motivo por el que se nos manda descubrir y desarrollar nuestros dones espirituales.
Oportunidades. La Biblia usa el término corazón para describir el manojo de deseos, esperanzas, intereses, ambiciones, sueños y afectos que posees, en fin, tus oportunidades. Tu corazón es la fuente de todas  tus motivaciones, lo que amas hacer y lo que más te importa. Tu latido emocional es la segunda llave para entender tu forma para servir. Cuando sirves a Dios de corazón, lo sirves con entusiasmo y efectividad. Descubre lo que te gusta hacer, lo que Dios te puso en el corazón, y hazlo para su gloria.
“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras”
EFESIOS 2:10
Entiende tu forma  
“Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas”
1 PEDRO 4:10

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