Por qué es el mayor deseo eterno que Dios Padre ha tenido.
Los cristianos tienen
una fuerte devoción por Jesucristo, pero no tanto por las otras dos personas de
la Santísima Trinidad.
Obviamente que las adoran,
pero con pocas fiestas.
La devoción al
Espíritu Santo tiene su punto alto en Pentecostés, una celebración muy
importante del calendario católico, pero poco más.
Y no existe una
devoción específica destinada a honrar a Dios Padre, al creador, y por lo tanto
tampoco existe una fiesta suya en el calendario litúrgico.
Y entonces Dios Padre
se le apareció a una humilde novicia, para decirle que su deseo por toda la
eternidad ha sido que los hombres lo honren debidamente, como el Padre que
tiene un amor incondicional por los hijos que Él creó.
Y le dictó cómo
quiere que los seres humanos le honren e incluso le dijo en qué fecha sugiere
que se lo haga.
Estas apariciones
fueron aprobadas por el Obispo luego de 10 años de investigación.
Aquí hablaremos sobre
las apariciones de Dios Padre a la Madre Ravasio, que es lo que le pidió,
cuales son las razones que le llevaron a pedir esto y como sugiere que se
instrumente la devoción a Dios Padre.
En 1932 ocurrieron
apariciones de Dios Padre a la monja Madre Eugenia Ravasio.
Dios Padre Eterno se
le apareció en dos ocasiones, la primera vez fue el 1 de julio de 1932 y la
segunda vez fue el 12 de agosto de 1932, con largos mensajes.
Y después de una
investigación de diez años, su Obispo, Mons. Alexandre Caillot, Obispo de
Grenoble, Francia, aprobó la aparición.
La Madre Ravasio
había nacido en Capriate San Gervasio, una pequeña ciudad de la provincia de
Bérgamo, Italia, el 4 de septiembre de 1907, en una familia de origen campesino.
Y falleció en 1990.
Frecuentó sólo la
escuela primaria, y después de trabajar algunos años en una fábrica, ingresó en
la Congregación de Nuestra Señora de los Apóstoles, cuando tenía 20 años.
Y cuando tenía solo
25 años, fue elegida como Madre General de la misma Congregación.
Fue una gran
misionera.
Y entre sus logros
podemos mencionar que descubrió la primera medicina para curar la lepra,
sacándola de la semilla de una planta tropical.
Medicina que fue
después estudiada y elaborada por el Instituto Pasteur de París.
Y así lanzó el
apostolado por los leprosos, ideando y realizando la “Ciudad de los Leprosos”
en Costa de Marfil, que es un inmenso centro sobre 200.000 metros cuadrados,
que hasta el momento es de vanguardia en África y en el mundo.
El 1 de julio de
1932, en la Fiesta de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, el Padre
Eterno le dio a la Madre Ravasio un mensaje con un pedido muy preciso, que
luego retomaría en la aparición del 12 de agosto del mismo año.
“Deseo que un día, o
al menos un domingo, me sea dedicado bajo el título de Padre de toda la
Humanidad”.
Y le explicó la razón
por la que había venido para hacerse conocer más,
“Vengo para eliminar
el temor excesivo que Mis criaturas tienen de Mí.
Y para hacerles
comprender que Mi alegría está en ser conocido y amado por Mis hijos, es decir,
por toda la humanidad presente y futura”.
Y agregó,
“Vengo para traerles
la esperanza a los hombres y a las naciones.
¡Cuántos la han
perdido desde hace mucho tiempo!
Esta esperanza les
hará vivir en paz y con seguridad, trabajando para la salvación”.
Y finalizó diciendo,
“Vengo para hacerme
conocer así como Soy.
Para que la confianza
de los hombres aumente contemporáneamente con el amor hacia Mí, el Padre, que
tiene una sola preocupación: velar sobre todos los hombres, y amarlos como
hijos”.
También indicó como
debieran concebirlo los seres humanos diciendo,
“No penséis en Mí
como ese anciano espantoso que los hombres representan en sus cuadros y libros.
No soy ni más joven
ni más viejo que Mi Hijo y Mi Espíritu Santo”.
También le habló
sobre la purificación del mundo,
“El mundo ha sido a
menudo purificado de su corrupción debido a Mi infinita bondad hacia la
humanidad”.
Y dice que los 7
sacramentos también lo habían hecho,
“Estos medios les
ayudan a purificarse de sus pecados, para que puedan seguir siendo hijos de Mi
Amor”.
Pero se quejó de los
pobres resultados obtenidos diciendo,
“He prodigado estos
dones sobre vosotros con gracias especiales durante veinte siglos, ¡pero con
qué resultados miserables!”.
“¡Cuántas de Mis
criaturas, hijos de Mi Amor, se han arrojado rápidamente al abismo eterno!”.
Y entonces expuso que
todo esto es fruto de su deseo íntimo,
“¡Si supieras cuánto
deseo ser conocido, amado y honrado por los hombres con una devoción
especial!”.
“He tenido este deseo
por toda la eternidad y desde la creación del primer hombre, he expresado este
deseo a los hombres en diversos momentos, especialmente en el Antiguo
Testamento”.
Y entonces pidió que
se realicen las acciones siguientes,
“Que un día, o por lo
menos un domingo, sea consagrado para glorificarme, en modo muy particular, con
el nombre de Padre de toda la humanidad.
Para esta fiesta
quisiera una Misa y una celebración apropiada. No es difícil encontrar los textos
en la Sagrada Escritura”.
Y le dijo que Él
propone que se realice el primer domingo de Agosto o si no el 7 de ese mismo
mes.
Y después expresó sus
recomendaciones para el desarrollo de la devoción.
Que todo el clero se
empeñe en el desarrollo de este culto, difundiendo que Él es el Padre más
tierno y más amable entre todos los padres.
Que lleven a los
hombres hombres la llama de Su amor paternal.
Que hagan entrar esta
devoción “en todas las familias y en
cualquier parte en donde se encuentren Mis criaturas” dijo.
Y que el signo
tangible de Su invisible presencia sea una imagen que demuestre que está
realmente presente allí.
Que tiene bajo Su
mirada tierna a la criatura que Él creado.
Aclarando que
“Ahora estoy en todas
partes, ¡pero quisiera estar representado de manera sensible!”, o sea que pide
que se difunda su imagen visual.
Así dijo, “todos mis
hijos estarán bajo la mirada de su tierno Padre”.
También pidió que
durante el año el clero y los fieles hagan algunos ejercicios en Su honor.
Que los sacerdotes
vayan por todas partes, en todas las naciones, para llevarles a los hombres
esta devoción.
Que quisiera ser
glorificado de modo particular en los seminarios, en los conventos de novicios,
en las escuelas y en los internados.
Y que todos, desde el
más pequeño hasta el más grande, puedan conocerle y amarle como su Padre, su
creador y su salvador.
Y también solicitó,
para legitimar humanamente el pedido,
“Que los sacerdotes
se empeñen en buscar en las Sagradas Escrituras lo que dije en otros tiempos, y
que hasta ahora ha sido ignorado, en relación con el culto que deseo recibir de
parte de los hombres”.
En 1935, Mons.
Alexandre Caillot, Obispo de Grenoble, Francia, convocó una Comisión para
investigar la aparición y los mensajes.
La comisión estuvo
compuesta por teólogos, biblistas, médicos y psiquiatras y tardó 10 años en
completar su trabajo.
En su informe final,
el Obispo Caillot declaró que la Madre Eugenia había reflejado gran piedad,
humildad y obediencia durante los 10 años de investigación, sufrió muchas
pruebas y mostró la mayor docilidad mientras se sometió a la Investigación.
Y en su texto de
aprobación de las apariciones de Dios Padre el obispo dijo,
“Declaro que la
intervención sobrenatural y divina me parece la única explicación lógica y
satisfactoria de los hechos”.
Y agregó que,
“Es la única
revelación privada hecha personalmente por Dios Padre y reconocida como
auténtica por la Iglesia después de diez años del examen más riguroso”.
¿Hubo oposición a
esta devoción? Sí que la hubo.
Por un lado el ataque
directo del maligno, que una vez tomó los mensajes y cortó su cubierta con unas
tijeras.
También hubo
oposición dentro de la congregación de la Madre Ravasio.
La extraordinaria
naturaleza de los acontecimientos ocurridos durante su noviciado, hizo que sus
superiores no quisieran que ella permaneciera en el convento.
Pero su sencillez,
obediencia y humildad los conquistaron en poco tiempo y encontraron que su
conducta era demasiado ejemplar para desacreditarla, porque estaba impregnada
de sabiduría y conocimiento sobrenatural.
Y cuando la Madre
Eugenia hizo saber que había recibido apariciones del Padre, algunos teólogos
dijeron que las apariciones del Padre eran imposibles y que nunca habían
ocurrido antes en la historia.
Y ella declaró
simplemente,
“El Padre me dijo que
describiera lo que vi, y pide a sus hijos, los teólogos, que busquen”.
Y finalmente los
mensajes fueron aceptados por los teólogos de la comisión como libres errores
teológicos.
Y recibieron el
imprimatur del Cardenal Petrus Canisius Van Lierde, Vicario General del Estado
de la Ciudad del Vaticano, declarando que los mensajes no contenían nada contra
la fe y la moral.
Esta devoción tiene
una imagen que Dios Padre comunicó a la Madre Ravasio, una oración hecha por
ella, un rosario y una novena.
Y la Armata Bianca de
la Virgen está haciendo esfuerzos desde hace años para que se instaure oficialmente
como fiesta litúrgica.
Sin embargo hasta
ahora ha sido poco divulgada y la devoción no ha prendido dentro de los sacerdotes
ni de los fieles.
Y me gustaría
preguntarte si esta aparición te motiva como para rendirle tributo a Dios Padre
los 7 de agosto recordando que Él fue tu creador, y te tiene un amor más allá
de cualquier sentimiento humano, o crees que quizás no justifique una devoción
más porque hay muchas devociones católicas.
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