19a. sesión. Libros Sapienciales
Curso de La Biblia
Proverbios, Job, Eclesiastés, Eclesiástico y Sabiduría.
PROVERBIOS, JOB, ECLESIASTÉS, ECLESIÁSTICO, SABIDURÍA
I. INTRODUCCIÓN
1. Origen y fuentes de los libros sapienciales: Como en
todos los pueblos, también Israel, junto a los grandes temas de la
historia de salvación, el culto, la alianza, la ley...desarrolla esa
riqueza de sabiduría popular de buena conducta, costumbres, reglas del
buen vivir que hacían parte de la literatura del pueblo, transmitida de
padres a hijos en la familia y enriquecida por la sabiduría de los
pueblos vecinos, como Egipto, Mesopotamia y Canaán.
Junto a esta sabiduría popular estaba la educación y las reglas de conducta en la corte real, el arte del buen gobernar.
Estas dos corrientes literarias: los refranes populares y las normas de
conducta del buen gobierno, fueron las fuentes principales para el
nacimiento de los libros sapienciales bíblicos.
3. Temas de los libros sapienciales: Después del
destierro, cuando los sabios y el pueblo reflexionan sobre su historia,
surgen los grandes temas de Job o Eclesiastés, en que el hombre se pone
frente a los problemas de la vida, de la muerte, del sufrimiento de los
buenos, la retribución del bien y el castigo para el mal, y busca dar un
significado y una respuesta desde la fe en Dios.
4. Fin de los libros sapienciales: Los libros
sapienciales son una profunda reflexión del hombre que iluminado por la
fe en Dios, trata de dar una respuesta a todos los problemas de la vida
humana: amor, dolor, muerte, gobierno, etc.
5. Autores de los libros sapienciales: Salomón fue
siempre para Israel el sabio por excelencia y por eso la mayoría de
estos libros fueron atribuidos a Él. Pero sólo las dos colecciones de
Proverbios, capítulos 10-22 y 25-29 pueden atribuirse al período de la
Monarquía. El resto de libros sapienciales son de la época después del
destierro (538 a.C), obra de varios sabios que recopilaron las varias
colecciones de sabiduría cortesana y popular, añadiendo de lo propio, y
las atribuyeron a Salomón para dar a sus libros mayor autoridad y para
asegurar que eran inspirados por Dios.
6. Los sabios: eran personas que viven y enseñan normas
de conducta para bien vivir, y se cuestionan sobre los problemas que
asechan la vida del hombre. En la corte eran los sabios quienes
aconsejaban sobre el buen gobierno. Después del destierro, cuando
desaparecieron los profetas, la dirección espiritual del pueblo corría a
cargo de estos sabios.
7. La sabiduría: el concepto de sabiduría fue poco a poco purificándose con los años. En un inicio, sabio era quien tuviera oficio fijo75 ; el consejero del rey76 , la anciana astuta77 . Pero más tarde, sabio era quien cumplía con la religión78 . Sabio también era el que tenía destreza o habilidad manual79 , el que sabía interpretar los sueños 80, el que sabía salir de apuros 81, el que sabía gobernar y administrar82 o el que tenía ciencia83
. Por tanto, podemos resumir el concepto de sabio como aquel que posee
saber teórico y saber práctico. Teórico, porque conoce la Sabiduría y la
enseña; práctico, porque la vive con rectitud moral y virtud.
8. Género literario sapiencial: todos estos libros usan
dos géneros literarios: el proverbio y la poesía. Así es más fácil
memorizar. El proverbio o refrán es una fórmula sencilla, compuesta
frecuentemente de dos versículos, con un paralelismo de ideas o de
palabras
II. OBJETIVO DOCTRINAL: Repasar los libros sapienciales de la Biblia.
III. OBJETIVO VIVENCIAL: Aprender la verdadera Sabiduría que procede de Dios y está encerrada en la Sagrada Escritura.
IV. TESIS: La Sabiduría bíblica pretende aclarar, a la luz de la
Alianza del Señor con su pueblo, determinados problemas que van
surgiendo en la reflexión religiosa y filosófica de Israel: el destino
del hombre, el sentido de su vida, el del sufrimiento, de la muerte, la
retribución y, en algunos momentos, el de la trascendencia de la misma
vida del hombre. Los sabios fundamentan sus reflexiones en la
experiencia de cada día, en la perspectiva de la historia de Israel y, a
veces, en reflexiones de otros sabios contemporáneos de dentro y fuera
de Israel.
V. EXPLICACIÓN DE LA TESIS:
A) PROVERBIOS
1. Autor y fecha
Se atribuye al rey Salomón. Pero, como dijimos ya en otra ocasión, fue
recopilación de varios autores sabios de la corte. Podemos datar la
recopilación definitiva hacia el 300-200 a.C.
2. Características literarias
a) Es el libro más antiguo de la literatura sapiencial. Se
presenta como una colección de dichos, máximas, enseñanzas, en forma
poética, para inducir al hombre a seguir el camino del bien, de la
sabiduría, y alejarse del mal. Por tanto, su intención es didáctica.
b)Son sentencias de carácter humano, profano, no religioso, a
primera vista temas extraños a los temas de la historia de la salvación.
c)Son sentencias que responden a una aguda observación de la realidad y se expresan con brevedad.
d)La concisión, el ritmo y la rima facilitan la memorización.
e)Se utiliza el paralelismo: el antitético (cf. Prov 13, 9.22; 15, 29); el sinonímico (cf. Prov 21, 14; 29, 22); el progresivo (Prov 10, 26; 20, 11.20).
f)Uso de la etopeya, o descripción del carácter, rasgos o costumbres de un tipo (cf. Prov 7, 10-21; 23, 29-35).
3. División y contenido temático
Se divide en siete secciones:
a) 1-9: proverbios de Salomón.
b) 10, 1-22, 16: proverbios de Salomón (sentencias sobre la vida).
c) 22, 17-24, 22: sentencias de los sabios.
d) 24, 23-34: otras sentencias de los sabios.
e) 25-29: otros proverbios de Salomón.
f) 30: palabras de Agur.
g) 31: palabras de Lemuel.
4. Contenido teológico y espiritual
Fin del libro: trazar un tratado de felicidad para los diversos
ámbitos de nuestra vida. Esta felicidad pasa por la honestidad de vida y
por el respeto a Dios.
Los temas abordados en el libro de los Proverbios son múltiples y
variados, pues abarcan prácticamente todos los ámbitos, situaciones y
circunstancias de la vida humana. Demos algunas claves de lectura.
a) Según los sabios de Israel, existe un orden
fundamental oculto en el universo, una especie de norma racional. El
descubrimiento de esta norma capacitaba a los sabios para asegurar sus
existencia, actuando en armonía con el orden cósmico. De lo contrario,
el caos, latente y continuamente amenazador podría enseñorearse del
cosmos y de la vida social. Este orden es obra de Dios. Y el sabio debe
rastrear hasta encontrar a este Dios.
b) Para los sabios la vida era el bien supremo,
tanto más querido cuanto que para ellos nada existía más allá de la
tumba. Así se entiende la teoría de los dos caminos: el que nos lleva a
una vida en plenitud o el que nos conduce a un final prematuro. Los que
caminan durante su vida por el primero, son sabios; los que prefieren el
segundo, son necios. No hay término medio. El camino del bien está
marcado por la obediencia a los padres, el autocontrol de la lengua y de
las pasiones, la generosidad. El camino del mal lleva a la destrucción y
está marcado por el adulterio, la embriaguez, la pereza, la
charlatanería, la injusticia e insolidaridad, la mentira.
c) Estos sabios proponían la sabiduría, basada en
el temor del Señor. Sabiduría entendida como reverencia, respeto y amor
hacia Dios. En este libro de los Proverbios esta sabiduría está
personificada84
, es una creatura de Dios, la primera de sus creaturas. Sólo cuando el
hombre se desposa con ella puede sentirse feliz y caminar sin miedo en
la vida.
B) JOB
Kierkegaard, filósofo existencialista moderno, nos dice de este libro:
“En todo el Antiguo Testamento no hay una figura a la que uno se acerque
con tanta confianza, franqueza y alivio como a Job, porque en él todo
es tan humano. Nadie en el mundo ha expresado como él la pasión del
dolor”.
1. Autor y fecha
El autor del libro recoge un antiguo cuento, pero desarrolla una
profunda reflexión sobre el sufrimiento del justo y el premio de Dios.
Dicho autor vivió después del destierro, y escribió el libro alrededor
de los años 500-450 a.C.
2. Características literarias
a) A pesar de la variedad y aparente dispersión, el conjunto
aparece armonioso y bien logrado: prólogo y epílogo reproducen una
antigua y popular narración oriental, ambientada en un contexto
patriarcal.
b) Utiliza el diálogo85 en una especie de escenificación dramática que permite confrontar argumentos y hacer avanzar las posiciones.
c) En el libro de Job encontramos también himnos, máximas,
sátiras, comparaciones, listas y enumeraciones, controversias
judiciales, maldiciones, invectivas, confesiones, etc.
d) El estilo es poético, rico y variado.
3. División y contenido temático
El tema del libro es el misterio del sufrimiento del justo y el premio de Dios.
a) 1-2: Prólogo con la narración popular del santo Job
b) 3-27: tres series de diálogos donde sus amigos repiten las
ideas tradicionales: Dios premia al bueno y castiga al malo. Pero Job se
defiende y prueba que también los buenos sufren y se pone en las manos
de Dios.
c) 28-37: Discurso del joven Elihú, que defiende la justicia de
Dios, pero siguiendo las ideas tradicionales. Explica que Dios castiga a
veces a quien hace el bien, porque lo hace con soberbia. Job sería uno
de ellos. Job no protesta, acoge la llamada a la humildad, pero Job no
era soberbio. Entonces, ¿por qué Dios lo castigó?
d) 38-42, 6: Teofanía. Entra en escena el mismo Dios para dar su
respuesta. Le pone ante la vista su infinita sabiduría y su
omnipotencia y le recuerda a Job su pequeñez e incapacidad para entender
y juzgar la actuación de Dios creador y sabio. El verdadero sentido del
dolor del justo sólo se encuentra en Dios.
e) 42, 7-17: Epílogo. Yavé le bendice con bienes y vida feliz.
4. Contenido teológico y espiritual
Fin del libro: demostrar que el sufrimiento de los justos tienen
su sentido a los ojos de Dios y que Dios sabe sacar un bien de ese
sufrimiento.
a) Dios: El autor demuestra que las explicaciones tradicionales sobre la retribución no eran exactas86
: el sufrimiento no siempre es un castigo de Dios por una mala
conducta; hay muchas malas personas que andan felices y llenas de
bienes. Dios puede tener sus designios misteriosos, más allá de una pura
justicia distributiva. Dios es Dios y no se deja encasillar en moldes
humanos.
b) Hombre: La enseñanza fundamental es esta: la sabiduría de
Dios sobrepasa de largo la limitación del hombre; y nosotros, tan
pequeños y frágiles, no tenemos el derecho de juzgar la acción de Dios,
aún cuando parece que el sufrimiento nos agobia y no entendemos el
porqué de muchas cosas en la vida. Los esfuerzos inútiles de los amigos
de Job en explicar su mala suerte son el tentativo, inútil, del hombre
para explicar un misterio que descansa sólo en la mente infinita, buena y
sabia de Dios. La única actitud justa es la de Job: abandonarse
confiado en la sabiduría de Yavé. A Job sólo le queda el consuelo de
aferrarse a su inocencia, mientras va alumbrando la esperanza de un
“redentor” que rescate su vida y ponga de manifiesto su inocencia. Job
es todo un ejemplo y modelo de fe, de confianza, de paciencia y fuerza
de voluntad, para quien sufre. No obstante, ¿puede el hombre declararse
totalmente inocente frente a Dios?
c) Se vislumbra el sentido profundo del dolor y del sufrimiento: el dolor como medio de revelación divina87 , con valor medicinal y curativo, al tiempo que combate el orgullo del hombre.
C) ECLESIASTÉS O QOELET
1. Autor y fecha
Eclesiastés es la traducción castellana de la palabra hebrea “Qoelet”.
Las dos palabras designan al autor del libro. Eclesiastés quiere decir
“Predicador, maestro, el que dirige una asamblea”.
Su verdadero autor es un maestro desconocido que vivió entre los años 300-200 a.C.
2. Características literarias
a) El tema tratado, si bien es originario en su manera de
desarrollo, tiene influjos de la literatura egipcia (“Diálogo de un
desesperado con su alma” y el “Canto del arpista”) y mesopotámica
(“Teodicea babilónica”) o a determinadas corrientes filosóficas griegas
(estoicas, epicúreas y cínicas).
b) Hay sensación de un cierto desorden en los temas. Va repitiendo durante todo el libro los mismos temas.
c) Recurre a la reflexión, en tono coloquial, salpicada con
citas de máximas tradicionales, que el autor rebate o distorsiona
hábilmente, avanzando siempre por contrastes.
3. División y contenido temático
El libro es una reflexión filosófica sobre la vida y sus aspectos más
problemáticos. El libro no es sistemático, por tanto, no podemos sacar
un esquema del mismo.
4. Contenido teológico y espiritual
Fin del libro: mostrar el valor de la vida humana y el camino para adquirir la felicidad y la sabiduría.
a) Dios: ¿Qué lugar ocupa Dios en el complejo y sombrío panorama
de las reflexiones de Qohélet? El autor del libro es creyente y hace
continuas referencias a Dios (32 veces en 12 capítulos). Pero no es el
Dios de las grandes tradiciones históricas y proféticas del Antiguo
Testamento , ni el de Job o el resto de los libros sapienciales. El Dios
de Qohélet es, ante todo, creador y juez. Desde esa clave
el autor nos habla de las obras de Dios, inaccesibles a los hombres; de
su gobierno del tiempo y de la eternidad, que el hombre no logra
desentrañar; de su juicio sobre las acciones de los hombres, aunque sin
perspectiva trascendente; y de los sencillos bienes que otorga, según su
libre voluntad, como recompensa. Podemos añadir que en este libro falta
una visión cristiana de la vida, del dolor, del placer. No obstante, el
libro cierra las puertas a la esperanza de falsos paraísos en la
tierra. No llega ciertamente a vislumbrar la verdad de un reino en la
eternidad feliz, con Dios, pero en su desencanto radical se ve ya la
premisa necesaria al camino de la revelación del Nuevo Testamento: “No
tenemos aquí morada permanente, sino que vamos en busca de la futura”
(Heb 13, 14). Presenta a Dios como aquel que determina todo lo que
acontece y es insondable, hasta el punto que el hombre no alcanza a
conocer lo que Dios ha establecido. El libro termina con una invitación:
“Después de todo lo dicho, teme a Dios y observa los mandamientos,
porque Dios va a tomar cuenta de todas nuestras acciones y conocerá todo
lo que está oculto, sea bueno o malo” (Qohélet 12, 13-14).
b) Hombre: nada puede hacer feliz al hombre en la tierra. La
única felicidad que le queda es contentarse con gozar moderadamente,
frenando las ambiciones, no desear más, sin medida, a costa de la propia
tranquilidad o a costa de los otros, y que tendrá que dar cuenta a Dios
del uso de su ambición.
c) El diagnóstico de las realidades humanas es pesimista y
desalentador: el hombre no logra en nada provecho o felicidad, porque
todo es vanidad, vacío, absurdo. Muy distinto al panorama que presentó
la literatura griega. La doctrina de la retribución queda en entredicho,
como sucedía en algunas páginas del libro de Job. Pero esto hay que
verlo dentro de la progresiva revelación de Dios al hombre, que en
Jesucristo tendrá su plenitud. Por eso, este honesto inconformista,
Qohélet, es una voz más en esa genial polifonía de la revelación
bíblica.
D) ECLESIÁSTICO O SIRÁCIDES
1. Autor y fecha
El nombre “Eclesiástico” expresa el uso continuo que se le daba en las
asambleas cultuales de los primeros siglos cristianos. El título
original hebreo es “Las palabras de Simeón Ben Sirá”; de ahí viene el
otro nombre que se da al libro: “Sirácides”.
Es el único libro del Antiguo Testamento que lleva la firma de su
autor: Jesús, hijo de Eleazar, hijo de Sirác. Sirác fue escriba y
maestro, hombre culto y acomodado. El libro fue escrito alrededor de los
años 180-170 a.C. , en hebreo. El nieto de Sirác lo tradujo en griego.
2. Características literarias
a) El estilo es repetitivo, pero es capaz de mitigar la
monotonía de la versificación moralizante con la combinación de lo
lírico y lo didáctico.
b) Usa del aforismo proverbial o devocional.
c) Se ha notado el influjo de la civilización griega, sobre todo, a la hora de invitar a la virtud y a los valores humanos.
3. División y contenido temático
El tema es claro: cómo tener una conducta moral y correcta, en las
diversas circunstancias de la vida personal, familiar y social.
a) 1-42: Elogio de la sabiduría.
b) 43-51: Sabia actuación de Yavé a través de los grandes personajes del Antiguo Testamento.
4. Contenido teológico y espiritual
Fin del libro: enseñar la sabiduría, es decir, las reglas para
hallar la felicidad en la vida de amistad con Dios. De ahí que se le ha
llamado “tratado de ética a lo divino”, es decir, expuesto no en forma
sistemática y racional, sino con esa pedagogía sobrenatural.
a) Dios: el autor, Ben Sira, recalca el monoteísmo: El Señor es
el único y solo Dios. De Él procede el bien; el destino del hombre está
en sus manos. Dios es justo e imparcial: a los buenos les da cosas
buenas; a los malos, malas (Eclo 39, 25). Ben Sirá enseña que esta justa
retribución opera en el más acá, pues no cree, a simple vista, en un
más allá. Es un Dios que todavía no se abre al universalismo de la
salvación, como quedó evidenciado en el profeta Jonás.
b) Hombre: es un ser libre y adquiere la sabiduría mediante el
esfuerzo. Puede elegir entre el bien y el mal; de ahí que la
responsabilidad de cara al mal no puede ser atribuida a Dios. Este
hombre lleva en sí el pesimismo y el optimismo. Por una parte, el
pesimismo, pues fue creado del polvo y al polvo ha de volver (Eclo 33,
10; 17, 1; 40, 11); su vida es breve e inevitablemente termina en la
triste existencia, en el Seol. Por otra, el optimismo, pues el hombre
fue hecho a imagen de Dios; a él se le concedió el dominio sobre los
animales y aves (Eclo 17, 3-4); fue equipado de inteligencia y destreza
(Eclo 17, 7; 38, 6).
E) SABIDURÍA
1. Autor y fecha
Este libro se titulaba “Sabiduría de Salomón”. Pero en verdad el autor
es desconocido. Se trata de un judío piadoso de lengua griega, muy
conocedor sea de las tradiciones y de las Escrituras, como también de la
filosofía y cultura griega. Sus continuas referencias a Egipto parecen
sugerir que pertenecía a la comunidad judía de la Diáspora en
Alejandría.
Se escribió en griego, hacia la mitad del primer siglo a.C. Es, pues,
el último libro del Antiguo Testamento. Con él nos situamos
prácticamente en los umbrales del tiempo de Jesucristo y en plena época
de difusión de la lengua y la cultura griegas88 .
2. Características literarias
a) Influjo de la literatura griega: multiplicación de sinónimos,
rebuscada adjetivación, aliteraciones, rimas, juegos de palabras y
construcciones muy elaboradas.
b) Recurso al contraste, al paralelismo, comentario midrásico, alusiones e imágenes del Antiguo Testamento.
c) Desarrollo progresivo de ideas.
3. División y contenido temático
a) 1-5: Relación entre sabiduría y justicia: La suerte de los justos e injustos.
b) 6-9: excelencia de la Sabiduría.
c) 10-19: La Sabiduría en la historia de su pueblo.
4. Contenido teológico y espiritual
Fin del libro: El autor intentó robustecer la fe de sus hermanos
alejandrinos que vivían en medio de paganos y estaban en peligro de
abandonar su fe, deslumbrados por el brillo de las nuevas ideas de
Grecia, que ofrecían sabiduría y salvación sin Dios. Por eso, el autor
meditó profundamente en la Escritura, la ley y los profetas.
a) Dios: el autor trata de sintetizar dos pensamientos: el
antropocentrismo de los griegos y el teocentrismo de Israel. Demuestra
que la sabiduría del Dios verdadero es superior a la sabiduría y
filosofía griega. En el libro de la Sabiduría, Dios es también
Providencia (6, 7; 14, 3; 17, 2).
b) Hombre: este hombre adquirirá la sabiduría, si practica las virtudes cardinales 89 (8,7). El autor insiste mucho en el tema “justicia”, considerada en sus tres significados bíblicos: justicia en cuanto virtud que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde, defendiendo, sobre todo, la causa del humilde, del inocente y del oprimido; justicia en cuanto compendio de actitudes agradables a Dios (equivale a bondad, rectitud, honradez y fidelidad); y justicia en cuanto fuerza o acción mediante la que Dios nos salva y nos libera de cualquier tipo de mal.
c) Sabiduría: presenta la Sabiduría, no como virtud de orden
práctico como la presentaba Proverbios ni como concepto general y
antihumanista de la vida, como lo describía Eclesiastés, sino como el
verdadero secreto revelado amorosamente por Dios. Esta Sabiduría aparece
dotada de personalidad y atributos divinos, como si fuese ya el reflejo
del lo que será el Verbo eterno del Padre, Verdadera Sabiduría,
Jesucristo, que había de encarnarse por obra del Espíritu Santo para
revelarse a los hombres. Esta Sabiduría es ciencia sabrosa; nadie la
querrá mientras no la guste, porque ni puede amarse lo que no se conoce,
ni tampoco se puede dejar de amar aquello que se conoce como
soberanamente amable. Esta Sabiduría nos hace sentir la suavidad de
Dios, nos da el deseo de su amor que nos lleva a buscarlo
apasionadamente, como el que descubre un tesoro escondido. La moral es la ciencia de lo que debemos hacer; la sabiduría es el arte de hacerlo sin esfuerzo y con gusto, como todo el que obra impelido por el amor90
. Esta Sabiduría lleva a la humildad, pues el que la experimenta,
comprende bien que, si se libró del pecado, no fue por méritos propios,
sino por virtud de la Palabra divina que le conquistó el corazón. Esta
sabiduría la adquiriremos leyendo y saboreando las Sagradas Escrituras,
pues ellas nos llevan a Cristo, la Suprema Sabiduría del Padre91 .
d) Verdades eternas: Sólo el libro de la Sabiduría, con su
afirmación de la resurrección de los justos y, sobre todo, la vida,
muerte y resurrección de Jesucristo, el Justo sufriente, proyectará
sobre el problema una luz definitiva. El problema del sufrimiento del
justo se resuelve a la luz de la inmortalidad personal (Sab 3-4). El
justo sufriente obtendrá la inmortalidad. El triunfo del mal sobre el
bien en esta vida desaparece ante la perspectiva del juicio definitivo
de Dios92 .
VI. CONCLUSIÓN: El mismo Kempis nos dice cómo este sabor de
Dios, que la sabiduría proporciona, excede a todo deleite (cf. III, 34),
y cómo las propias Palabras de Cristo tienen un maná escondido y
exceden a las palabras de todos los santos. ¿Podrá alguien decir luego
que es una ociosidad estudiar y saborear así estos secretos de la
Biblia?
ORACIÓN: Señor, Tú eres la verdadera Sabiduría. Hazme
saborearla, gustarla, para que quede satisfecho contigo, y no tenga que
buscar en otras partes espejismos de sabiduría, que sólo me conducen a
la necedad de mi mente y de mi corazón. Al mismo tiempo, dame las
palabras exactas para dar a gustar con mi palabra y mi ejemplo la
enjundia de tu sabiduría. Amén
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